MIS NOVELAS

¿A qué renunciarías por amor?

Tras un intercambio inesperado de maletas, Lucas de la Vega acaba en el hotel Atlantis, en Byron Bay. Él, que ha huido de Madrid para alejarse de las mentiras de su familia y mudar de piel, se dice que pasará allí solo una noche. A lo sumo, dos.

Para Cameron, la vida consiste en amanecer sobre una tabla de surf, entrenar en el Blooms y pasar tiempo con la familia que uno escoge. Cree que «el tiempo y el amor todo lo curan»; que no importa el pasado ni el futuro, solo el presente.

Un belén viviente, un americano infiltrado y una familia muy tradicional.

Para Ryan, la Navidad son fachadas cubiertas de luces, Santa Claus, elfos, trineos y galletas de jengibre.

Para Martín, es participar en el belén viviente de su pueblo, pasar tiempo con la familia, escuchar villancicos y comer turrones.

¿Qué ocurrirá cuando el destino los lleve a pasar juntos las fiestas en casa de los Ruiz?

¿Qué ocultarías por amor?

En la familia De la Vega, todos son especialistas en contar medias verdades y aparentar lo que no son.

Aura, cansada de su relación venida a menos con Lucas de la Vega, tiene un plan: asistir a una comida, romper con su novio y alejarse de ellos. Pero no cuenta con la presencia de Mateo ni con el tiempo que pasarán a solas, que le hará plantearse si lo que quiere la hará feliz.

Un pueblo en guerra, una despedida de casada y un bombero que no apaga fuegos.

Ella:

Cuando tu marido te pide el divorcio en su cuarenta cumpleaños crees que es una broma.

Cuando un pueblo entero espera que repongas el habitante que se ha ido, sabes que están locos.

Cuando tu exsuegra decide que lo que necesitas es un viaje sanador a Ibiza, piensas que algo muy malo hiciste en otra vida.

¡Treinta días con Aquiles! ¿En serio? Además, no se trataba solo de él. En el viajecito, ideado por la nonna, también estaban incluidas mis hermanas, Tea y Zia; Mario, un amigo de toda la vida, y Rubén, algo así como el exnovio de Tea y el mejor amigo de Aquiles.
El circo estaba servido.
¿Exageraba? En absoluto.

Hugo apareció sin avisar, bueno, sin avisar no, que era una fiesta de exalumnos de mi antiguo colegio. Lo que quiero decir es que no esperaba volver a verlo. Nunca. Y allí estaba él, acercándose hacia mí acompañado de mi mejor amiga, mirándome con esos ojos que me atravesaban y la mejor sonrisa que nunca he visto.

Roberto no quería sentir y, mucho menos, enamorarse. Permitir que alguien llegase a su corazón, podría tener consecuencias desastrosas. Pero conoció a Tessa, y lo que consideraba válido, empezó a dejar de serlo. Sus ideales se agrietaron y se asustó, porque cuando estaba con ella, cualquier cosa era posible.